«El Plan de Recuperación impulsa la proliferación de nuevos puestos de empleo»

¿Qué líneas de ayudas están actualmente activas para rehabilitar edificios residenciales y viviendas a nivel energético?
En este momento, desde el IDAE tenemos activas dos líneas de ayudas dirigidas a mejorar la eficiencia energética de los territorios de reto demográfico, aquellos pequeños municipios de menos de 5.000 habitantes.
Por un lado, tenemos el Programa de Rehabilitación Energética en Edificios Existentes en estos municipios (PREE 5.000) que apoya estas actuaciones de rehabilitación energética. Con los mismos objetivos, y también para ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes, lanzado el programa Desarrollo Urbano Sostenible (DUS 5.000) para que las administraciones públicas de estos municipios impulsen la rehabilitación energética, la utilización de energías renovables y favorezcan la movilidad sostenible.
El PREE 5.000 cuenta con una dotación de 50 millones de euros y se gestiona a través de las comunidades autónomas. Incluye actuaciones que van desde cambios en la envolvente térmica, a la sustitución de instalaciones de generación térmica con combustibles de origen fósil por generación térmica basada en fuentes renovables como la biomasa, la geotermia, la solar térmica o la bomba de calor y la incorporación de tecnologías de regulación y control, así como la mejora en la eficiencia energética en la iluminación.
Por su parte, el DUS 5.000, con 325 millones de euros de presupuesto, tiene como objetivo impulsar la transición energética en los municipios de reto demográfico, mediante actuaciones que constituyan proyectos singulares de energía limpia, entre los que se encuentran aquellos de eficiencia energética en edificios e infraestructuras públicas.

¿Qué respuesta está habiendo, por parte de los propietarios, ante este tipo de iniciativas?
La respuesta está siendo muy positiva, ya que a la fecha está comprometido el 50% del presupuesto, inicialmente asignado al Programa PREE 5000, con solicitudes de ayuda por parte de propietarios de vivienda unifamiliar y colectiva, principalmente.
Tomando en cuenta que la fecha de finalización del plazo de solicitudes termina el 31 de diciembre de 2023, y que el inicio de solitudes dio comienzo hace escasos meses, según la publicación de la convocatoria por cada comunidad autónoma. Por lo que puede decirse que la iniciativa de fomentar la rehabilitación energética de edificios en zonas enmarcadas en la Estrategia Nacional de Reto Demográfico está siendo muy bien acogida por los habitantes de los municipios objeto de la ayuda.
Consecuentemente, la reducción de la demanda energética a través de la mejora de la envolvente del edifico, combinada con una optimización y disminución del consumo energético con el empleo de energías renovables, son grandes incentivos para rehabilitar energéticamente.
¿Se han superado barreras tradicionales, como la falta de concienciación?
Siempre va a ser beneficioso incidir en la sensibilización de la población y proporcionar más información sobre la importancia de la mejora de la eficiencia energética, pero considero que se está avanzando mucho en este camino.
El consumidor dispone del certificado energético que se constituye como el principal instrumento para proporcionar esta información, asigna una calificación en función de la calidad de sus instalaciones consumidoras de energía y de las características constructivas que afectan a la demanda energética (aislamiento, ventanas, cerramientos, etc.).
Además, en lo que respecta a las transacciones de viviendas usadas, la Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios (RDL 1/2007) obliga a informar al vendedor, a través de una “memoria de calidades” sobre la clase de aislamiento térmico que tiene el edificio, los tipos de ventanas y acristalamientos, las instalaciones de calefacción y agua caliente sanitaria, así como sobre su regulación, entre los aspectos más destacables.

¿Cómo se están gestionando estas ayudas?
Las ayudas, tanto las que se gestionan de forma centralizada como las que se articulan a través de las comunidades autónomas, están generando bastante interés y, por tanto, los recursos se están gestionando a buen ritmo.
Un ejemplo destacable es el Programa de Rehabilitación Energética en Edificios Existentes (PREE) que se lanzó en 2020. Fue uno de los primeros programas incluidos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y ha sido un auténtico éxito. Finalizó en julio de 2021, arrancó con 300 millones de euros y se amplió en dos ocasiones hasta superar los 400 millones.
Este programa comprendía actuaciones de rehabilitación energética para la reducción del consumo de energía final y de las emisiones, mediante el ahorro energético, la mejora de la eficiencia y el aprovechamiento de energías renovables. En este momento se está analizando el lanzamiento de una nueva edición del PREE que, en esta ocasión, estaría liderado por el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana.
¿Hay alguna comunidad autónoma que esté a la cabeza, que se distancie del resto? ¿Y alguna más rezagada?
Prácticamente todas las CC.AA. han publicado las convocatorias en sus boletines oficiales y están gestionando los presupuestos a diferente ritmo según han ido publicando sus convocatorias a nivel regional.
En esta línea: ¿Está en auge la figura del agente rehabilitador?
Sin duda, una de las mayores oportunidades que está surgiendo en torno al Plan de Recuperación es la proliferación de nuevos puestos de empleo, más cualificado, más especializado y, por tanto, de mayor calidad.
En el ámbito de la sostenibilidad en la edificación, se están consolidando nuevos servicios que tendrán continuidad y que suponen un importante revulsivo para este sector en España.
No hay que olvidar que el parque de edificios español consume en la actualidad el 30% de la energía final y existe un volumen importante en el parque de viviendas que no está dotado de instalación de calefacción. Por lo que se cuenta con un importante potencial de ahorro y de incorporación de energías renovables.
¿Qué rol están desempeñando los fondos Next Generation en el fomento de la rehabilitación energética de edificios residenciales y viviendas en España?
Los fondos Next Generation, que se articulan en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, están acelerando nuestros objetivos de implantación de energías renovables, apuesta por la movilidad sostenible e impulso a la eficiencia energética.
En este último ámbito, la rehabilitación energética en edificios, el Plan de Recuperación incluye la Componente 2, denominada “Implementación de la Agenda Urbana española: Plan de rehabilitación y regeneración urbana”, dirigida a impulsar las actuaciones de rehabilitación energética, tanto en el medio urbano como rural.
Está dotada con un presupuesto de 6.820 millones de euros; que se estima contribuyan con 13.500 millones de euros al PIB y permita la creación de 188.000 nuevos empleos. Permitirá la creación de nuevos negocios especializados, tanto en ofrecer servicios de eficiencia energética como de rehabilitación.
¿Qué evolución está teniendo la rehabilitación energética de edificios residenciales y de viviendas en nuestro país?
La evolución está siendo positiva. Los recursos de los que disponemos hasta 2023 en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia suponen una importunidad histórica y única para acelerar nuestros objetivos en materia de transición energética.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, ya estimaba la intervención sobre la envolvente térmica de 1.200.000 viviendas en el conjunto del período, comenzando con 30.000 viviendas/año en 2021 y finalizando con 300.000 viviendas/año en 2030, mientras que la renovación de instalaciones de calefacción y agua caliente sanitaria llegará a las 300.000 viviendas. Ahora y, gracias al Plan de Recuperación, estamos en disposición de acelerar estos objetivos.
¿Se está cogiendo la “velocidad crucero” necesaria para cumplir con los objetivos europeos de 2030 en materia de rehabilitación energética de edificios?
La acogida de las diferentes líneas de ayuda en rehabilitación energética ha sido muy favorable. Además del incremento del número de programas de ayuda a la mejora de la eficiencia energética en edificios de diversa índole, que han sido impulsados en gran medida el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Por lo que, aunque aún en pronto para evaluar el efecto real de las diferentes actuaciones ejecutadas, sí puede observarse que el avance de los datos de reducción de energía primaria no renovable, reducción y ahorro de energía final, emisiones de CO2 evitadas, etc., a través del análisis de los certificados energéticos antes y los esperados después de las intervenciones, permitirán lograr los objetivos fijados para cada uno de los programas de ayuda.